Ingerir líquidos es vital para el cuerpo humano. Las bebidas y zumos cumplen la función de suministrar al organismo la cantidad suficiente de agua para el óptimo desempeño de sus funciones vitales.
Los líquidos que se le incorporan al cuerpo pueden ser fríos o calientes. Entre los primeros se encuentran los jugos de frutas, batidos y refrescos. Por su parte las infusiones y cocimientos pueden servirse fríos o calientes.
Ingerir agua resulta muy importante. Este vital líquido no aporta ningún nutriente ni calorías, sin embargo, sin él no se puede sobrevivir. Además, su acción hidratante ayuda a combatir el exceso, el estreñimiento y la fatiga crónica.
El agua, en cantidades de seis a ocho vasos al día, también ayuda a regular la tensión arterial, elimina las infecciones urinarias y la molesta celulitis. En numerosos países en lugar de beber agua se toman infusiones, ello resulta doblemente beneficioso al organismo.
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