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Sufrir un trauma después del coito es para muchos la expresión de que no se disfrutó en la relación sexual con pasión y animosidad...

Sufrir un trauma después del coito es para muchos la expresión de que no se disfrutó en la relación sexual con pasión y animosidad el deseo pasional.

Quienes lo viven lo expresan como un vacio, como una insignificancia hacia lo que acaba de pasar y que no fue lo que esperaban o no se dio lo que sucedía antes. Entonces lo asimilan como una tarea, un compromiso, pero no un momento que deseaban que querían llevar a cabo con ilusión. Y si acaso, comenzaron con esta idea, a través de la práctica no resultó de su agrado por varios motivos.

Durante la relación sexual  se desahoga una necesidad de tipo biológica pero se crean necesidades emocionales que a veces no tienen solución porque ya es una cuestión más mental. A medida que avanzan los tiempos, en vez de vivir más tranquilo y relajado por los avances, se experimenta mas afán por hacer las cosas rápido, deteriorando su disfrute.

Los que se deprimen por un sexo no satisfactorio, acuden al consumo de fármacos pero debe ser de manera controlada para que no se pierda la apetencia sexual y no dejar que la zona del cerebro encargada de controlar estas sensaciones disminuya su actividad. Hay que recordar que los antidepresivos pueden disminuir muchas de las funciones emocionales, y entonces sería peor el remedio que la enfermedad.

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