El hombre que tiene el pene grueso se vende como el mejor amante sexual. Para él, ninguna mujer puede rechazar a este macho alfa con semejante atributo erótico, porque al penetrarla, cree que ya ella se excitará enseguida.
¿Tienen razón los que piensan así? Hablamos de una condición masculina que tal parece, es número uno en atractivo sexual, a tal punto, que el hombre con pene delgado o pequeño se siente acomplejado y se considera un mal amante. La angustia de los hombres que están menos dotados físicamente en sus zonas erógenas es un fenómeno digno de estudiar.
El tener ese tipo de pene sí le levanta el ego a los hombres pero en el 82% de los casos es un problema para la mujer. ¿Por qué es un problema?
El chico que posee tal anatomía espectacular, considera que no tiene que hacer nada más para agradar a la mujer pues con penetrarla ya ella está satisfecha. Este pensamiento es un error enorme, la mujer se excita con los preliminares y otras acciones del hombre antes de penetrarla. Su punto de excitación no está dentro de la vagina, sino en el clítoris y por ese motivo el pene grande o grueso dentro de la vagina no le facilita los orgasmos.
A veces, el hombre con un pene grande se entusisma para que la mujer lo sienta más y en sus movimientos, raspa la piel interior de su vagina, provocando desangramiento y raspados en la fina piel interior.
Tampoco un hombre desnudo con pene grueso no es un campo visual apetecible. A las féminas les gusta más el hombre con sus medidas normales, solo quiere un buen desarrollo en su torso, que esté bien proporcionado en comparación con el resto del cuerpo.
Tener sus órganos sexuales muy desarrollados da mucha autoestima al hombre y rechaza a la mujer por considerarse un tipo de hombre superior, con mucha resistencia, capaz de ligarse a varias en un día y de expulsar orgasmos numerosos.
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