Reglamento del box (para ponerse de acuerdo)

Gracias a los reglamentos, los boxeadores pueden alcanzar títulos, fama y dinero. Queremos discutir? Correcto, pero debemos utilizar normas que nos ayuden a encontrar nuevamente el ritmo con el otro y así ambos podremos crecer, soñar, proyectarnos, consolidar nuestras relaciones y triunfar en las tareas.

Alentamos a los dos participantes a generar un tiempo exclusivo como un plan de trabajo privado; debe ser  en la más absoluta intimidad, libre de testigos. Se pueden tener sesiones todos los días, pero recomendamos dejar pasar unos días entre sesión y sesión. Pueden repetirse cuantas veces se necesite y desee.  Garantizamos que vale la pena la experiencia.

Hemos observado que después de generarse la rutina del diálogo, se adquieren nuevas formas de relacionarse y se sanan muchísimas heridas y traumas del pasado.

He aquí algunas de las técnicas para llevarlo a cabo:

1)     Tiempos. Cada uno de nosotros tiene su tiempo para hablar y lo utilizará conforme lo necesite. No interrumpamos a quien ya comenzó, es buena oportunidad para escuchar y aprender. Recordemos que el monólogo no lleva nunca a ponernos de acuerdo.  Y no por muchas palabrerías convenceremos al otro.

2)     Los diálogos los inicia cualquiera. Puede tomar entre 5 minutos a 30 minutos; no importa, aprendamos a escuchar con quien queremos seguir juntos. En el box, son 3 minutos de pelea por uno de descanso.

3)     Practiquemos responder con preguntas. Es una herramienta muy interesante manejarnos con interrogantes. Por ejemplo, coloquemos en pregunta las aseveraciones del otro como reiterando lo que dijo; esta herramienta nos permite suavizar las discrepancias. Practiquemos esta técnica, nos sorprenderemos.

4)     Micrófono. Nos brindará muy buen resultado utilizar algún elemento (una servilleta, un vaso, una goma, cualquier elemento) como si fuese un micrófono. Quien tiene ese elemento es el que habla (el otro calla,  escucha y escribe). Cuando dice todo lo que tiene que decir, entrega el elemento al otro, es de gran ayuda para identificar quien está con el uso de la palabra. Como dice el dicho: cuando un burro rebuzna, el otro para la oreja. No superpongamos nuestras conversaciones, no están siendo escuchadas y jamás podremos ponernos de acuerdo.

5)     Esta herramienta es para personas que ciertamente quieren descubrirse, conocerse y seguir juntas poniéndose de acuerdo. Por ello tienen que salir para afuera las cosas que nos disgustan y podamos exponer nuestras verdades y como adultos, sacar conclusiones.