La leyenda de Cupido

Sobre Cupido mucho se ha hablado y se ha escrito. La leyenda de este personaje data desde el surgimiento del hombre, y su representación pictórica es la de un niño desnudo y alado, muy sensible al amor.

En la mitología romana, Cupido es el dios del deseo amoroso. Su equivalente mitológico griego es Eros. Era hijo de Venus, diosa del amor, la belleza y la fecundidad, y de Martes, dios de la guerra. Sobre este personaje, el escritor latino Lucio Apuleyo (Madaura 125-180) noveló el idilio del propio Cupido en su obra, El asno de oro o Las Metamorfosis.

Cuenta esta leyenda que Cupido, pícaro y carismático, era ayudante de su madre en cuestiones del amor entre los mortales, pero se había quedado pequeño porque el amor no crece sin pasión. Venus estaba muy celosa de su princesa llamada Psique (Alma), celebrada por su extraordinaria belleza y le encargó al inescrupuloso Cupido la misión de hacerla enamorars locamente del hombre más feo y despreciable del mundo. Pero ocurrió que cuando Cupido vio a Psique se enamoró perdidamente de ella y, en lugar de cumplir el encargo materno, decidió por el contrario tomarla como mujer, y por arte de magia instalarla en un lujoso palacio aislado donde la visitaba todas las noches, siempre a oscuras, pues ella como mortal tendría prohibido mirarlo.

Las hermanas de Psique, envidiosas de su suerte, la persuadieron de que el marido era realmente un monstruo, que por ello no se dejaba ver, y que debía matarlo. Cuando, decidida a hacerlo, Psique iluminó el cuerpo de su marido descubrió quien era, pero por su desobediencia recibió el castigo de ser abandonada por Cupido, que con tristeza le dijo al despedirse: ¨el amor no puede vivir sin confianza¨. Expulsada del castillo, la arrepentida princesa recorrió el mundo en busca de su amado, superando una serie de desafíos cada vez más difíciles y peligrosos impuestos por Venus con la intención de verla desaparecerse o morir en el esfuerzo. Pero ella no se rindió, con la ayuda de los dioses pudo hacerse inmortal y lograr el reencuentro con Cupido. Tras duras pruebas se unieron, al fin, El Amor y el Alma.