El mayor por ciento de los problemas de la piel se debe a no saber exfoliarla. El buen cuidado de ella comienza con el mantenimiento de una buena limpieza.
Especialmente las personas de piel seca acumulan un exceso de células muertas. Y con una exfoliación correcta, que es la limpieza profunda de la piel con productos que la remuevan, se obtiene un brillo y lustre importante.
Si presentas estas características, inclínate por este tratamiento. Notarás la gran diferencia entre una piel sin exfoliar y una más suave y resplandeciente. Junto a esto es importante que tengas una crema hidratante para utilizar después de cada tratamiento. Así tendrás una mayor tersura.
Para hacer una buena exfoliación en el rostro debes eliminar todos los restos de grasa y polvo. Aplica el producto que vas a utilizar con movimientos circulatorios, sobre todo en los rincones del rostro y luego déjalo reposar. Pasado el tiempo lava tu cara con agua tibia. Inmediatamente verás el cambio en tu piel.
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