50 sombras de Grey y el sexo

El libro 50 sombras de Grey se convirtió en un éxito editorial como pocos, una vez que comenzó su venta en librerías. Las llamadas por el móvil, los comentarios boca a boca en cafeterías, el trabajo o en las aulas fueron la nota que regó la pólvora entre las mujeres del planeta.

La historia de amor con escenas  muy picantes llegó a los hogares más prudentes y se volvió el sueño en las camas de todas aquellas mujeres que lo han leído, ¿cuál es el secreto de su éxito, sobre todo, en mujeres con ideas antes recatadas? ¿Cómo es posible que una simple novela haya cambiado la forma de pensar de tantas y tantas mujeres reservadas en materia sexual?  Bien vale la reflexión, porque muchos libros se han vendido con anterioridad a éste con modestas compras, ¿por qué fueron Anastasia y Grey los que se llevaron el premio? Analicemos por partes.

En primer lugar, 50 sombras de Grey y los dos libros que le han seguido en la saga, forman una novela bastante ligera de trama, con mucho romanticismo copia de las novelas rosas y que solo le incluye escenas sexuales subiditas de tono. Es el tipo de novela que por años, ha conquistado como libro de cabecera a las amas de casa y a las mujeres deseosas de mucho romance, ese que casi nunca llegan a vivir.

Libro erótico festivo

El glamour que se desprende de las escenas es otro punto que ha hecho que la explosión por el libro sea mayor: lencería sofisticada, maquillaje, limpieza y perfume, todo perfecto para que cualquier lectora se arrebate por vivir esos episodios.

 Por otro lado, ese alto voltaje que se le confiere a la historia no es morboso en sí mismo. Hay suavidad, hay mucho de lenguaje romántico, las escenas van sin prisa, entrando en los detalles que a toda mujer le gustaría: labios, ojos, cintura, nalgas, senos, vagina, penetración, besos… preliminares que vuelven locas a las féminas y que, lamentablemente, los hombres pocas veces son capaces de realizar en medio de la relación.

 Los protagonistas son guapos, disfrutan de ese amor extraño, pero amor al fin y al cabo que les consume todo el tiempo. Porque, no lo duden, cuando una mujer siente el sexo como siempre ha deseado, ese pensamiento le ocupa todas las horas del día. Anastasia lo vive así en las páginas de la novela y las lectoras disfrutan con ella cada caricia y cada palabra del millonario Grey. Y, también, ¿ por qué no? disfrutan de esos azotes, de esas fuertes penetraciones, de esas manos esposadas y hasta se han masturbado disfrutando la fantasía y sintiendo cada detalle en sus cuerpos.

Es un libro, para algunos, demasiado sonso dentro de la novela del sado maso. Los expertos aseguran que puede suceder, sí, que haya parejas que vivan esta sensación, sin embargo, hay mucho más en esas reglas impuestas por Grey a la chica Anastasia. El sadismo y el masoquismo necesita de dolor, de fuerza y se aleja muchas veces del romanticismo demasiado azucarado que notamos en las páginas de la novela.

Aún así, tiene un gran mérito y está en haber llevado una tendencia actual del sexo bien caliente a la mente de millones de mujeres que veían estas prácticas muy lejos de ellas. El porno ya no es tabú en esos millones de hogares donde E.L. James ha entrado con su historia de amor y de sexo, enseñando, más que todo, a disfrutar la relación sexual sin tapujos, sin complejos y rompiendo las barreras de la sociedad.