El hombre y su masculinidad

Desde tiempos atrás el hombre ha sido la figura fuerte, al que se le prohíbe demostrar sus debilidades. Ante la muestra de sentimientos se llega a cuestionar su masculinidad.

Para muchos quedar bien frente a todos, necesitan negar un rasgo enteramente humano y básicamente animal, por un ideal impuesto socialmente. Desde tiempos antiguos se ha implantado una jerarquía rígida con primacía de autoridad y poder para el hombre.

El sexo masculino está obligado a callar sus necesidades humanas y negar lo que siente. Para muchos lo masculino es lo pleno y lo universal. El modelo tradicional de la masculinidad se construye en no tener nada de femenino, sobre todo restricciones emocionales, el uso de poder y control sobre los demás y la obsesión por conseguir éxitos y logros.

La identidad masculina tiene que ver con este concepto del modelo tradicional, pues los hombres son definidos como tales por los actos (lo que se hace), la cultura (normas sociales), lo que posee, la imagen corporal y la historia (personal, familiar y social).