Orgasmo, según nos dice la wikipedia, “es una descarga repentina de la tensión sexual acumulada durante el ciclo sexual”. Continúa diciendo la citada fuente, que se caracteriza por contracciones musculares rítmicas en la región pélvica, demostrando así el placer sexual.
Según las parejas del mundo, llegar a este estado de contracciones y de éxtasis en el sexo, es lo que se busca toda vez que una pareja se interna en el coito o los solitarios deciden llegar a ese estado de pureza mediante la masturbación.
Nada amigos, que el orgasmo nos da vida, nos llena de placeres excitantes y es una meta cada vez que nos calentamos. Es, para decirlo en dos palabras, la chispa de la vida.
¿Cuántos orgasmos es normal tener?
¿Cuántas veces queremos sentir ese “corrientazo?” Buscamos respuestas en hombres y mujeres experimentados, nos alejamos de los más jóvenes que tienen como único patrón lograr la mayor cantidad de orgasmos que se pueda.
Hombres cargados de experiencia en la relación sexual, están convencidos de que el orgasmo da ardientes pasiones, sin dudas, y es una manera de terminar el estado tan latente de excitación, pero aún así, están convencidos, de que “el mejor momento no el orgasmo en si mismo, sino el tiempo anterior a él”.
Se basan en que una vez concluido todo el coito, apenas queda nada. Si hay amor en la pareja, se mantiene una complicidad por el placer recibido, si solo hay deseo, todo termina ahí.
Aunque algunas parejas deciden descansar y volver al ritual para llegar a otro más, otros alegan, en su 80%, que no es lo mejor, nunca el segundo será tan divertido como el primero porque lo que viene después es una carrera contra el tiempo. Si se intentan dos o más veces y al final se falla, todo se ha perdido, ¿por qué no quedarnos con el primero y mantener viva la excitación que queda como recuerdo?
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