Adictos al ejercicio

Practicar ejercicios es una forma sana de vida. Pero si te haces adicto a ellos puede ser perjudicial para la salud.

Las personas que no pueden estar sin hacer ejercicios, ven en esta práctica una dependencia total. El día que no pueden por alguna circunstancia ajena a ellos se sienten deprimidos e irritados. Esto le provoca un estado de ánimo depresivo que los lleva al enojo.

Sus amistades y demás personas que les rodean pasan a un segundo plano de su vida. Caen en la superficialidad del interés de su belleza física. Así mismo busca esta cualidad en el resto de las personas, al punto de rechazar al que no cuente con un cuerpo acorde a sus gustos estéticos.

En este tema hay una delgada línea entre lo correcto y el exceso, la que se cruza sin darse cuenta. Lo prudente es practicar, alternando con alta y baja intensidad en las sesiones; también puedes reemplazar días de correr con días de caminar. Todo en exceso hace daño.