Lo que esconden los mensajes de tu pareja

Los mensajes por correos, o por cualquier red social, nos han convertido en adictos a la comunicación impersonal, variante que optamos al no poder encontrarnos visualmente con quien hablamos. Es un adelanto enorme lograrlo, cierto, pero ya hay un virus que avanza con mucha rapidez: preferimos decir las cosas por los mensajes y no frente a frente.

Nada puede sustituir el contacto visual que se establece en una conversación donde observamos, no solo el rostro como es el caso de la video conferencia, sino cada gesto de las manos, los ojos, los pies, o sea, todo el cuerpo en su conjunto. Sobre todo, en una relación de pareja.

Tenemos qué saber qué anda mal, que ha cambiado, cómo piensa nuestra pareja de lo que comentamos, y esas respuestas frías por palabras y mensajes cortos en las redes no impiden descubrir lo que buscamos. Este ejemplo puede ayudar a comprender mejor el abuso en el uso de mensajes y cómo no son aconsejables en algunos casos:

“Cuando mencionamos en un mensaje el nombre de una persona que puede estar en el medio de nuestra relación de pareja, como un triángulo amoroso”. Supongamos que uno de los dos quiere saber qué esconde su pareja con otra persona, ¡es imposible visualizarlo por mensajes! El hecho de solo mencionar ese nombre que trae dudas para la infidelidad, se convierte en una alarma inmediata en quien sabe que sí está siendo infiel. La alarma se nota en un simple cambio de postura, en la mirada que se vuelve por segundos más escrutadora, porque necesita saber qué sabemos y qué no, o un cambio en la postura de las manos, una respuesta brusca en el tono, en fin, son detalles que el mensaje de texto no delata.

Como ves, evita hacer esas preguntas o tratar de descubrir por medio de unas palabras en una pantalla de móvil lo que esconde tu pareja. Jamás encontrarás la verdad por esa vía, salvo que sea sincero y te asegure lo que tú deseas saber.

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